Marianela Belmar, 66 años,

Viverista y criadora de gallinas

Productos estrella:
Nos alegra las jornadas de los encuentros “Del Campo a la Ciudad” con sus plantas, árboles, hierbas medicinales y su auténtica forma de ser.

¿Qué significa para ti participar en estos encuentros?

Es toda una experiencia. Acá hay un intercambio de productos, de información, de gente, nos nutrimos con otras emociones, es algo que nos hace crecer. Además, no tienen un sentido de mercado, de solo intercambiar productos por dinero, sino que se juegan muchos principios, para empezar, la solidaridad entre productores. Entonces comenzamos con otro sentido, tiene otro sentido la vida y tiene otro sentido venir para acá.

¿Qué estás produciendo actualmente?

Comencé con los árboles nativos, derivé en las hierbas medicinales y estoy cerrando el circuito con mis gallinas que son de pastoreo libre, algunas criollas que producen huevos azules. Ellas me aportan el abono y las plantas las nutren, les aportan las proteínas, los gusanitos, los caracoles.

¿Cuál es tu producto estrella?

El canelo. Tengo una relación muy especial con él. Tengo cientos de canelos y creo que hay una protección mutua. Yo los cuido, los riego, los protejo del calor y ellos me dan una sensación de plenitud, de seguridad.

¿Cuál ha sido el mejor piropo que han recibido sus productos?

Me encanta conversar con la gente, y en la Feria de la Mujer Campesina me encontré con una niña que tenía una sensibilidad exacerbada, entonces dijo que las plantas reflejaban como yo era.

¿Puedes darnos algún consejo “sabio” de tu experiencia?

Si no me lo piden, yo nunca doy consejos. Pero tengo la convicción segura y asentada de que la agricultura va hacia la agroecología. Mi consejo es que ayudemos a la agricultura familiar abriendo más puertas de intercambio productor – consumidor. #