Algunas imágenes de esa jornada

Fue un encuentro muy especial, se sumaron varias fechas importantes y tuvimos un a linda jornada.

Esta carta fue leída en enl encuentro, para sintetizar nuestro sentir luego del camino recorrido:

Carta abierta “Del campo a la ciudad”

Hoy cuando realizamos nuestra 10º cita, se cumple también el primer aniversario de estos encuentros que llamamos “del campo a la ciudad”.

Para todos quienes lo organizamos, esta ocasión es una oportunidad para celebrar, para sentirnos felices por lo logrado y también para mirar lo que viene.

Celebramos la oportunidad de reunirnos una vez al mes, celebramos los apretones de manos, los abrazos llenos sonrisas, las conversaciones largas, el olor a verduras, los colores y la gente.

Celebramos la posibilidad de poder reunirnos sin que nuestro único objetivo sea comprar y vender, sino más bien, encontrarnos.

Celebramos, por cierto, el TERRA MADRE DAY, que además fue la excusa para el primer encuentro un año atras. Porque la mayoria de nosotros tambien es parte de SlowFood Intenacional, participando activamente desde el Convivium Pilgua SCL, uno de varios grupos repartidos por todo Chile y el mundo.

Celebramos la posibilidad de regalarle a nuestra querida ciudad de Santiago la posibilidad de encontrarse y reencontrarse con ese campo del cual nació y con el cual está tan poco conectada.

Nos pone felices levantarnos de madrugada, incluso más temprano que en la semana, para venir a este encuentro de gente querida.

Un encuentro del cual salimos siempre plenos de alegría, con el alma llena de sabores y aromas, con la boca llena de historias para contar.

No imaginan lo lindo que es conocer de nombre propio a las vacas de donde provienen nuestros quesos y manjares.

No imaginan lo bien que sabe ese desayuno de día domingo, con huevos frescos de gallina feliz, con tortilla de campo, con tomates tan bellos como imperfectos.

No imaginan lo mágico que es poder  sentarse a la mesa y saber que detrás de cada alimento está el trabajo y el cariño de un rostro conocido.

Sabemos también, porque nuestra gente de Paine nos ha contado, lo gratificante de saber quién come y disfruta los alimentos que producen. con sacrificio, con calidad, con esmero.

Sabemos que eso no se logra de la noche a la mañana, que es producto de una potente unión de tradiciones familiares, conocimientos ancestrales, nuevos técnicas y muy buenas prácticas agroecológicas, sociales y humanas.

Y esto lo sabemos, no porque alguna institución lo haya certificado, sino porque lo hemos vivido en sus campos, aplicando nuestra propia versión de garantías participativas.

Nos hemos plantado frente a este mundo con una alternativa. Con el sueño de una vida mejor. Más sabrosa, placentera, plena. Conectada con la tierra, con la gente, con las personas.

Creemos que es una alternativa posible, y queremos contarlo a otros.

No para crecer sin medida sino para que esta experiencia se replique en otras zonas y ciudades.

Queremos tomar lo que hemos aprendido y ponerlo a disposición de otras comunidades y que desde su propia realidad y complejidad lo intenten. Con sus propias tradiciones y saberes.

Coproducción, alimentos locales, limpios, seguros y justos.

Compromiso, colaboración, autonomía.

Salud, placer, tradición, aprendizaje, tierra, agua, lluvia.

Comer, beber, comer, comer, comer

Este ha sido parte de nuestro imaginario, lo que nos mueve, lo que construimos paso a paso y también  lo que exigimos a la ciudad, al país y a la humanidad.

Finalmente, agradecemos a todos quienes des alguna u otra manera han permitido que este encuentro se realice:

Al IDMA que muy amablemente nos comparte su casa y con quien tambien compartimos varios ideales.

Al Prodesal Paine y al Canelo de Nos por la posibilidad de reunir caminos, a través de sus redes institucionales.

A la comunidad de productores de Paine.

A los integrantes de Pilgua

A cada uno de los asistentes que amablemente aceptan nuestra invitación a cada encuentro.

Muchas gracias y sigan disfrutando.