VISIONES DE LA PITONISA: “Sello” para la agricultura familiar
La FAO designó el 2014 como el año de la agricultura familiar, impulsando con eso la revaloración y el reconocimiento a la labor que realiza el porcentaje -cada vez menor- de familias rurales que producen más del 56% de alimentos que consumimos. Quienes además cumplen un rol importante para nuestra soberanía y seguridad alimentaria.
Chile lanzó el “Sello Campesino” para alimentos de la Agricultura Familiar, queriendo así fortalecer el mercado interno y promover los circuitos cortos de comercialización. Hasta ahí, todo suena perfecto. Se intenciona la visibilización y diferenciación de productos de la agricultura familiar entre nosotros, los consumidores.
Pero lastimosamente, el sello parte cojo. Entre los requisitos y condiciones que debieran tener sus productos hay dos fundamentales:
• Su origen debe ser necesariamente de agricultura familiar.
• Deben contar con resolución sanitaria. Esto suena estupendo para nuestra mentalidad urbana, pero si vemos la realidad de los sectores rurales algo anda mal…Basta un ejemplo; los productores que asisten a los encuentros “Del Campo a la Ciudad” traen sus productos de agricultura familiar, pero la barrera para el sello es la obtención de la “resolución sanitaria”. No es que se nieguen a hacer el trámite. Simplemente, no la obtendrían. ¿La razón? No cuentan con agua potable, ni siquiera con agua potable rural (*), tienen pozos de aguas subterráneas. ¿Son por eso menos buenos sus productos?
# (*) Nota: Cobertura programa agua potable rural 53%, población rural total de 2.171.745 habitantes. (Recabarren 2013, Revista Aidis).