En invierno, otro encuentro Del Campo a La Ciudad.

Esta vez las conversaciones previas a esta actividad, giraron en torno a analizar si tenía sentido hacer un nuevo encuentro considerando que en esta época la producción agrícola en esta zona está bastante menguada, incluso las gallinas ponen menos huevos. La variedad de productos es mucho menor a primavera/ verano, además había un feriado en ciernes y todo eso podía incidir en no lograr los objetivos propuestos.

Finalmente, el criterio fue: es invierno y se lleva lo que hay. Llegarán los que estén en la ciudad y se interesen por estas delicias. Porque hay que reconocerlo, los sabores son increíblemente distintos. La diferencia se nota.

La primavera eterna no existe. Todos hemos tenido un gran aprendizaje, y ha significado volver a asumir los ciclos de la tierra. Por otra parte nos ha impulsado a buscar distintas alternativas para preparar comidas variadas y sabrosas con lo de temporada.

Día sábado, lindo día de sol, aunque frío temprano por la mañana. Este fin de semana nos volvimos a reunir en nuestro “Encuentro del campo a la ciudad” con nuestros amigos productores de Paine.

Muy acorde al clima y a la temporada, llegaron con sopaipillas pasadas, queques y tartaletas de frutas, nueces, piñones, zapallos, lechugas y acelgas. Tampoco faltaron las conservas, empanadas y los huevitos de gallina felices, que por estos días escasean pero igual los alcanzamos a disfrutar.

Nuestro amigo Pepe Acevedo nos regaló unos panes maravillosos, que compartimos con los asistentes.

Cada encuentro tiene sus matices, en esta ocasión les contamos de una forma fácil y económica de hacer yogurt casero. Acá la receta.

Para calentar el cuerpo y recibir a nuestros invitados, los invitamos una exquisita sopa de zapallo, que sorprendió y les gustó a todos… ¡Todo un éxito!

También les ofrecimos para degustar pepinillos hechos en casa, muy diferentes a los envasados,  y piñones cocidos.

Pepinillos agridulces

• 500 gr. de pepinillos (yo utilicé pepinos árabes chicos)

• 100 ml. de vinagre de vino blanco

• 400 ml. de agua

• 20 gr. de azúcar

• ½ zanahoria cortada en rodajas

• Eneldo

• 1 cebolla cortada en rodajas

• 5 granos de pimienta negra

• 5 granos de cilantro

• 10 gr. de sal fina

Lavar bien los pepinillos y después colocarlos en agua con hielo durante cerca de 3 horas.

Esterilizar los frascos, poniéndolos a hervir durante 5 minutos y dejándolos secar sobre un paño limpio. En una olla colocar el vinagre, el agua, el azúcar y la sal y, cuando comience a hervir, retirar del fuego y dejar enfriar la mezcla. Colocar en los frascos los pepinillos, las rodajas de zanahoria, la cebolla, el eneldo, los granos de cilantro y pimienta, y verter la mezcla del vinagre. Cerrar los frascos y esterilizar durante 30 minutos.

Notas:

La esterilización de los frascos se realiza colocándolos en una olla con agua, y el tiempo de esterilización se cuenta desde que el agua comienza a hervir. Para evitar que los frascos se quiebren durante este proceso, es recomendable envolverlos en papel. Una vez finalizado el tiempo de esterilización, hay que dejar enfriar los frascos dentro de la misma olla.

En general se recomienda no llenar completamente el frasco, sino que dejar unos pocos centímetros libres.

Guardar los frascos en un lugar fresco, resguardado de la luz, y esperar un mes antes de abrirlos.

Piñones cocidos, listos para degustar

Piñones cocidos

Cubrir los piñones con agua fría y agregar un poco de azúcar. Dejar que los piñones hiervan (aproximadamente 2 horas en olla tradicional, 1 hora aproximada en olla a presión) e ir agregando agua hervida cada vez que la olla se vaya secando. Los piñones estarán listos cuando la gran mayoría se encuentren abiertos.

Notas:

Los piñones sin cáscara se pueden congelar. Para descongelarlos se dejan un  buen rato a temperatura ambiente y se pueden saltear con un poco de mantequilla, sal y merkén.

En la semana hubo un tema que estaba en boca de todos: ¿qué tipo de productos estamos consumiendo? ¿Qué información nos entregan las etiquetas? ¿Podemos confiar en ellas?

En estos encuentros, Pilgua tiene la seguridad de que se trata de productos agroecológicos.  Nuestra relación con este grupo de productores está basada en la confianza mutua.

Hemos visitado varias veces sus parcelas, aprendemos mediante las explicaciones de Enzo, el agrónomo de Prodesal que les brinda asesoría técnica, y de los propios productores que nos muestran y relatan cómo proceden con cada uno de los vegetales que cultivan y los animales que crían. Nos proveen de productos naturales y enseñan a mantener a raya las plagas que a veces atacan nuestros cultivos de balcón, a trevés de productos orgánicos y biopreparados. En resumen, los conocemos, sabemos cómo trabajan y estamos seguros que así deben hacerse las cosas.

Existen protocolos para cultivos agroecológicos, y este grupo de productores los ha adoptado.

El sábado conversamos, intercambiamos ideas, conocimos a nuevos amigos y nos reencontramos con otros. Muchas ideas y proyectos para seguir construyendo un camino alternativo en el consumo responsable, la alimentación sana, el comercio justo y la vida más lenta… y feliz.