Pilgua en Arauco: El Sabor de los Mercados Locales
Aprovechando el feriado varios miembros del convivium partimos rumbo al sur. Nuestro viaje que partió con lluvia fue sin escalas, Santiago/Arauco, para internarnos en tierras Lafkenche.
Nuestro objetivo conocer lo más posible en un par de días. Conectarnos con personas de algunas localidades; desde los bosques, la tierra, la producción agrícola, el sabor y, sus técnicas de preparación. Partiendo desde el origen, para llegar a ese sabor característico de las cocinas locales. Sabores que se van perdiendo en la gran cuidad.
Mercado y Feria, en Arauco
Mercado Arauco
El sábado por la mañana, primera parada en la feria instalada afuera del mercado. Mercado pequeño para los cánones de un capitalino, de madera; con pasillos techados (por si cae el aguacero) y dónde uno puede encontrar fresco -del mar y de la tierra- todo lo necesario para cocinar algo; donde el sabor final necesariamente es puro placer gustativo.
Entre mesones cubiertos por limpios manteles plásticos, canastos, cajones de madera, sacos (de esos modernos de tela plástica), bolsas, bolsitas y bolsones, pilguas y hasta en algún cooler hay una diversidad de productos de la estación que hace que uno quiera, comprarlo todo! Es que los aromas y los colores a uno lo invaden. Todo se ve muy fresco, del día.
Café de trigo y hierbas varias. Panes amasados, tortillas y pan de mina. Los diquides (machas) ensartados en palitos de caña, recién condimentados; tente en pie perfecto para iniciar el recorrido.
Mote y cilantro Dulces chilenos de la zona
La producción local que llega a los mercados y ferias, es más biende economía campesina de subsistencia. Mote fresquito, manojos de cilantro y de acelga, unos dulces aún tibios, cuyo relleno era con chancaca y harina de la misma masa de las hojarascas molidas. Pero también hay productos como azúcar, mate, y algunos no perecibles que no pueden faltar en una casa. Adminículos para la cocina, y unos carritos de compras.
De la costa que está a pasos, frescos pescados, jaibas y demases de los botes y redes de pescadores artesanales.La calidad del sabor está ligada al origen, al terruño; esta idea es parte de una creciente corriente contemporánea mundial (visión cultural) que revalora la producción local, lo natural y también el comercio justo.
Porotos, arvejas secas, garbanzo ” Chuchoca” maiz cocido, deshidratado y molido
Infaltables las legumbres “del año” (eso no es puro slogan comercial), chuchoca recién molida, lo delata su penetrante aroma.
Murta Harina avellana Ají seco
Era temporada de murtas o mutilla como les dicen por allá, nos recomendaban mucho la harina de avellanas y no podía faltar: el ají seco, también había del ahumado. ¿Qué más característico de la zona?
Feria de Cañete
Changle (hongo de la estación)
A lo lejos desde la ventana del auto, llegando a Cañete divisamos en una esquina de la plaza a un vendedor de hongos de la temporada, para pena nuestra aún no era posible conseguir digueñes. Ya en casa, experimentamos variadas preparaciones tradicionales y nuevas propuestas para sacarle el jugo a los “tesoros” que compramos.
Verduras del huerto Harinas y chuchoca hecha en casa
En la feria de Cañete verduras frescas, cortadas tempranito. Harina tostada -en la cayana-, chuchoca, trigo culincao y harina de avellana; nuevamente muy recomendada para el desayuno… con yogur y miel.
Castañas Variedad en extinción, manzana cabeza de niño
Infaltables las castañas en esta época, y un hallazgo “sobrenatural”; ahí frente a nosotros las esquivas manzanas “cabeza de niño”. También había de las amarillas “reineta” usadas para jugo y chicha, que por cierto también se vendía envasada en botellas desechables.
No podían faltar, los quesos. Frescos, maduros tipo “chanco” y algunos “artesanales” de esos que se preparan a la usanza antigua. Cuyo “secreto” nos fue revelado.
Mercado de Lota.
Ultima parada en ferias y mercados locales. Haciendo de las nuestras en este viaje hacia “las raíces de los alimentos”. Asumiendo mayor compromiso por nuestro medio ambiente, las comunidades, la producción local.
El pescado bueno, limpio y justo es una las cosas mas complicadas de obtener al momento de consumir productos del mar. No sabemos que peces, mariscos o algas vienen de nuestras costas cercanas.
Arriba, piures frescos su aroma y color lo evidencian.
Las lapas, allá llamadas “chape” y las curiosas “jaibas remadoras”, de un sabor para no olvidar.
Avellana Chilena Semilla cilantro fresca Pan de Mina
Avellanas, las más claras secadas en forma natural y las oscuras en horno (proceso más industrial). Ramilletes de aromáticas semillas de cilantro, aroma insuperable. Y el pan de mina o minero, proveniente de hornos comunitarios que funcionan a carbón.¡ Por algo estamos en Lota!
Pescada o merluza fresca Pescada (pescá) seca
Pescado fresco, y algo que no se ve muy seguido por otros lados, la “pescá seca”. Pescado deshidratado que resiste el tiempo y viaja sin peligro de un lugar a otro; para terminar en suculentos y sabrosos platos.
Huevos de campo, color y azules Meshken
Entre lo que encontramos en Lota, dos baluartes slow food de esas tierras los huevos de gallina collonka y el meshken!
No, no me equivoqué es que bien pronunciado en chedungún (el hablar de la gente) se dice así… mes(h)kén.
Así termina nuestro viaje por estos mercados y ferias locales, acercándonos un poco más a ser no solo consumidores, sino “coproductores” conscientes; que pueden confiar en la calidad de los productos y su manipulación, en la medida que accedemos más directamente a ellos.
Este viaje, no hubiera sido así de intenso y fructífero sin nuestros guías y nuevos amigos: René, César y Alonso que no solo nos permitieron conocer gente, lugares y algo más de la cultura local.
Con ellos exploramos el sabor del terruño, a través de la preparación de la producción campesina que fuimos encontrando en ferias y mercados locales. De mil maneras; inspirados por los ingredientes, sabores y aromas.
Viaje a Arauco segunda parte.AGH.